Notas / El gran robo del tren

Alejandro Cernuda, Alcorcón: 21/1/2025


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El aclamado autor de Parque Jurásico, Michael Crichton, suele estar adscrito a la corriente del tecno-thriller y a las superventas; no obstante, en mi opinión, lo que mejor se le daba era la combinación de la fantasía con la realidad histórica. El gran robo del tren (1975) En ella nos cuenta los hechos, más o menos objetivos, del golpe perpetrado por Edward Pierce, un antiguo empleado de ferrocarriles, sobre la paga de los soldados en Crimea. Pierce birló unos cien kilos de oro, poco más de un millón a precios de hoy.

Si bien la novela, sin altos vuelos literarios, como corresponde a este género, está marcada por un estilo muy a lo Conan Doyle, se salva en la objetividad más de la época que de los hechos. La época Victoriana es uno de los patrimonios no tangibles más significativos en la historia de Inglaterra, de Londres. Michael Crichton supo explotarlo en esta novela de aventuras.

Existe bastante documentación sobre los hechos ocurridos en 1855, lo que nos rebela hoy que el autor se tomó ciertas libertades literarias. Esta distorsión, apenas visible si no se investiga, hace que la historia rancia se acople al sentimiento de aventura, una de las voracidades más conocidas del lector. No me parece bien, pero es verdad que la literatura es un pudo ser, no un así fue. Comoquiera, el lector extraerá detalles de cómo era la vida en la época victoriana que iluminarán su conocimiento y su sed épica.

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