Notas / Historias de las ideas científicas

Alejandro Cernuda, Alcorcón: 19/10/2024


Historias de las ideas científicas

Personajes, ideas, falacias, pequeñas y grandes victorias. La historia de la ciencia acontece paralela a la propia historia de la humanidad. Se ha enfrentado a la religión, por momentos a la filosofía, la ignorancia y a todos esos defectos propiamente humanos: orgullo, envidia, celos, codicia, etc. Este argentino, Leonardo Moledo, sabe contar, hasta con un sutil toque de humor.

El pensamiento científico, el surgimiento de algunas grandes teorías, en ocasiones simulan prodigiosas jugadas de ajedrez; así, la teoría de Newton, Copérnico y después Kepler, Lavoisier, Pasteur, Neils Bohr, Einstein y muchos más, parecen sacar un as de la manga en un magistral alarde de las capacidades humanas que, al parecer, nos llevan al punto del completo entendimiento o a los límites establecidos por nuestro cerebro y nuestra propia naturaleza. La historia de la humanidad y en particular el segmento dedicado al desarrollo científico está lleno de momentos de una magnitud casi de epifanía. 

La historia de las ideas científicas, el libro, parece ser narrado desde los grandes hitos que han demorado generaciones en dar frutos: la astronomía, la medicina -esta medicina imperfecta que tras miles de años hoy en día parece no haber dado los pasos necesarios a esta época, aunque bueno, al Coronavirus lo venció, cierto es-; la electricidad, la radiación. 

Está plagada de esos fracasos, casi rocambolescos, que hoy nos parecen entrañables y despiertan una sonrisa en nosotros. Un asombro de, por ejemplo, cómo se puede ser tan tonto; así, el eter, el flogisto, la teoría corpuscular de la luz, el motor primario de Aristóteles, incluso las órbitas circulares de Copérnico o la muerte térmica del universo o el propio bosón de Higgs, que tal vez termine siendo un día pieza fundamental para la total abdicación de Dios o parte de la historia de la estupidez humana … ¿Cuántos de estos asombros quedarán en nuestro actual conjunto de conocimientos? Estos “fracasos” no demeritan la ciencia en tanto han sido superados en buena lid ni, por supuesto, significan que hoy pertenezcamos a una generación más inteligente que las anteriores, tal vez todo lo contrario. Por lo general las investigaciones científicas que han llevado a tales contratiempos son fruto de la curiosidad de un puñado de entusiastas hoy alejados de nuestra concepción de científico. Tal parece que las oportunidades han quedado adscritas a un grupo de elegidos. Los elegidos se entienden entre ellos, los demás observamos y al fin damos la razón al que más alto grita sus ideas. Eso sí no ha cambiado. 

Astronomía

Tal vez la menos práctica de las ciencias, menos hoy, cuando la astrología ha pasado de moda. El hombre se ha empecinado en mirar el cielo y entenderlo, nadie sabe aún para qué, muchos creen, es menos urgente que caro. Un día tendremos que abandonar este planeta hecho mierda por nosotros mismos o evitar que nos atropelle un meteorito o que se gaste el hidrógeno al sol… y es que hemos dado por eterno el sentimiento de supervivencia de la especie. ¿Quién sabe si ya, cuando llegue el momento, estaremos hartos de vivir?

Medicina

Ya lo he dicho, no hemos avanzado lo suficiente, no lo que esperaríamos, si se considera que el cuerpo humano ha sido evaluado, investigado, por unos ocho mil años y aún hay trabajos de relojería que parecen más difíciles que las prótesis o no somos capaces de vencer al cáncer, ese grifo de dinero que aún no alcanza. A mi la gente me dice, no busques en internet qué te pasa, ve al médico y yo voy, claro, cuando estoy enfermo voy hasta el brujo si es necesario, pero le respondo a los que dicen: es que en Google parece siempre que tienes cáncer… les respondo: No, te parece que tienes cáncer porque no sabes buscar.

Química

Para mí, la campeona en un sentido práctico y bello del modelo de Mendeleiev. Un aplauso para los grandes monstruos: Lavoisier, Pasteur, La Curie y claro, Mendeleiev, el único no francés de esta alabanza, aunque claro, estudió en París. 

Física

Esta señora es la más peleona de todas las ciencias. Más que la evolución, que puede funcionar perfectamente con la concepción religiosa ampliada, la física ha tratado de expulsar del sistema cósmico todo aquello innecesario para funcionar. En esa carrera, meritoria, no digo que no, ha compuesto una teoría entre científica y filosófica que al parecer tiene mucho de negación del pasado y la capacidad de explicar las causas de los fenómenos justo en el momento que encuentra causas inexplicables por sus propias leyes, así, la teoría de Einstein, que explica muy bien el macrocosmos, ya no funciona con el mismo éxito para explicar la dinámica dentro de los átomos, o eso me cuentan. 

Demócrito planteó la existencia de átomos luego sí, pero no eran exactamente como decía, no eran unas esferas de distinta naturaleza, según la materia que formaban o sí, salvo que no son infinitas o no tantas las cantidades de átomos que pueden existir. Llegan hasta el uranio nada más, al menos en la naturaleza, luego nos enteramos que los átomos estaban compuestos por electrones, protones y neutrones. Luego que los protones y neutrones estaban rellenos de quartz, tres en total y que estos quartz se unían por una partícula que se llama gluón, que es capaz de mantener unidos los protones con mayor fuerza que la que repele las cargas iguales, ¿en serio? Probablemente sí. En un sentido práctico o lo bastante, las leyes de Newton alcanzan para llegar a la luna, nos asegura el autor. Lo cierto es que un viaje a la luna, si hay algo de sentido práctico en ello, cuesta menos que ese juguete el Colisionador de Hadrones del CERN (40 0000 millones más 65 anuales) donde se intenta explicar estos asuntos del átomo. No lo sé, es mucha pasta.  

Total, que la ciencia se hace cada vez más cara y los grandes descubrimientos parecen haber ocurrido hace mucho tiempo, a unos hombres distintos. La luz de la inteligencia está lejos hoy, se puede ver si se revisa la lista “descendente” de los premios Nobel, pero esto, más que un tema científico es filosófico y viejo. El conocimiento se verá cada vez más forzado a sus límites y tal vez algún día el mundo funcionará bajo leyes físicas que sólo serán comprensibles por la inteligencia artificial o extraterrestre y todos, hasta los inteligentes harán como si no les importara. Pensar que hasta ahora sólo estamos intentando sintetizar las leyes de nuestro universo, pero ¿y qué de los demás, esos donde es perfectamente posible e incluso probable, que funcionen con axiomas distintos a los nuestros?    

Nota:

Es destacable cómo muchos de los grandes transformadores del pensamiento humano han sido personas de religiosidad indiscutible: Newton, Copérnico, Descartes, Pasteur, etc. 

Por eso no hablo mucho de Darwin, quien explica bien la sucesión de una especie en otra pero ya no tanto el salto entre los géneros y mucho menos de dónde le viene a un caldo primigenio de materia orgánica el instinto de conservación o reproducción. Eso sí, me he enterado en este libro que no era de él la Teoría, era algo de familia, pues ya su abuelo se imaginaba algo y hasta escribía poemas al respecto. Igual me sigue pareciendo un paso adelante en la ciencia y su viaje alrededor del mundo una de los mejores ejemplos de la relación entre moverse de un lado a otro y a la vez hacer algo distinto al turismo, en particular para tipos con pasta, como este Darwin. Su libro de viaje es una pasada, ya hablaremos de él.  

Pese a que la religión ha perdido espacios si se la compara a la ciencia moderna, no quiere decir esto que aún no explique con satisfacción ciertos aspectos del mundo, al menos allí, donde una confluencia de causas desarma al pensamiento racional, por ejemplo, en el sentido de la vida, el paso de lo inerte a lo inanimado. Su función de fe es insustituible, su ética mejorable, pero funcional, y lo será hasta que el hombre no comience a adorar desde un estado subjetivo otras deidades, como el Medio Ambiente o la Inteligencia Artificial.

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