Notas / Los hijos del jueves

Crystal y Doone, los chicos Penny de esta novela, son como el poli malo y el bueno en esta novela. A Doone, un chico de ocho años, cuando acaba la historia, todo parece caerle del cielo y, por tanto, se comporta como un personaje ingenuo, anodino. Tan bueno es el chico que se le ocurre llevar un registro contable de todo lo que sustrae de la caja registradora de la verdulería de su padre, con la intención de pagarlo cuando crezca. En fin, un amor. 

Crystal, por otra parte, sufre la suerte de no ser tan buena en el baile como su hermano, de tener que esforzarse, luchar contra sus pasiones de niña de este mundo y depender de la enfermedad de su amiga Ruth para poder triunfar, aunque sea en el capítulo final. 

Los hijos del jueves es una novela sobre el comienzo de dos chicos en el fascinante mundo del ballet. Puede enseñarnos algunas cosas de cómo es la vida diaria de una academia y las cosas que tiene que saber. Nos enseña también que, en las novelas, puede ocurrir eso de que a uno le regalen un Steinway & Sons por ser un chico bueno… Si lo hubiera sabido. 

Dicen que la novela tiene una pizca de autobiografía. Creo que Romer Godden se guardó lo mejor de su vida para otras obras.