Notas / Malleus Maleficarum

Alejandro Cernuda, Alcorcón: 23/4/2025


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Aunque en el original de esta obra se mencionan como autores a Heinrich Kramer y a Jacob Sprenger, metiches modernos han llegado a la conclusión de que el segundo erudito no tuvo nada que ver y, como el tal Sprenger era persona sabia y reconocida, Kramer se tomó el trabajo de incluirlo, sin el consentimiento del erudito, para aumentar el prestigio de este instructivo texto… En fin, las diferencias entre ambos inquisidores eran conocidas por toda la curia alemana de la época.

Malleus Maleficarum o El martillo de las brujas, como se conoce hoy en día -y dicen que dice en latín- es uno de esos libros que la historia ha interpretado de acuerdo con el momento. En sus inicios fue algo así como un manual de uso, lo fue por casi trescientos años. Se convirtió en un tratado práctico de cómo lidiar con uno de los problemas más acuciantes de su época: las brujas. Con el tiempo y sin que sepamos cómo, las brujas desaparecieron y el libro quedó como un curioso objeto histórico para luego -hoy- ser un panfleto risible y denostable, una prueba de cómo la malvada inquisición trató, indiscriminadamente, a las mujeres de épocas pasadas.

Puntos a favor

El libro maneja una abultada bibliografía y su estructura es poco común para la época.

Puntos en contra

Es deleznable y está basado en afirmaciones poco creíbles, incluso para su época; de hecho, en varias ocasiones despotrica contra los que no creen en la brujería, pensamiento que hoy suele ser el más aceptado.

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