Notas / La Habana según Lezama Lima
Alejandro Cernuda, Alcorcón: 9/8/2024
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Pero en los trópicos la naturaleza es un personaje. Un personaje hinchado y total que rompe las páginas de sus novelas. Aquí la naturaleza no respeta el diálogo ni las horas de amor. Seguramente nuestra naturaleza se complace en su orgullo de ver al hombre como un árbol más. José Lezama Lima
Pese a la opinión moderna El Diario de la Marina fue un buen soporte para muchos intelectuales durante la etapa pre republicana y los años siguientes al cambio de sistema político en Cuba y a la otra voltereta, ésa de las intervenciones estadounidense. El Diario.. era una publicación conservadora, pro hispana -lo siguió siendo mucho después de aquel momento en que España ya no estuvo más-, donde se escribía de vosotros y oís mientras se popularizaban en otros medios los giros propios del español americano. Lezama Lima, sin embargo, encontró un sitio donde dar rienda suelta a su simpar narrativa, ésa que prefirió relegar al olvido las trampas de la comunicación plana para llenar una pequeña columna, casi diaria durante parte y siguiente de los años 49 y 50, llena de volutas de humo hechas metáfora y su manera de pensar descolonizadora. Nadie lo hizo mejor que él en aquellos tiempos, ni hoy, cuando gustamos de confundir la hermosa realidad de ser semejantes a los que viven en el océano exterior, con un nacionalismo enfermizo, si se me autoriza el pleonasmo.
Aquellos temas minimalistas que trató entre los años 49 y 50 del siglo XX, recogidos en este volumen, no son otra cosa que piezas de un juego desconocido por sus reglas y envites perfectamente adscritas a la poética lezamiana. Con él se siente lo que quienes lo leen sin comprenderlo no dejan de avistar: la sensación sutil que es como una brisa.