Notas / La ceiba frente a la iglesia de Regla

La ceiba que está frente a la iglesia de Regla y que es punto de referencia para quienes, en tiempo buenos, viajan en la lancha que une este municipio con el resto de La Habana, es acaso uno de los árboles más venerados de Cuba. Bajo su sombra, en el muro que sirve a los vendedores de velas, estampitas, flores y otras delicias relacionadas con el culto a la poderosa Virgen, da comienzo a mi novela Bienvenido a Hasselt. Quise pasar por allí y tomarle una foto para dejar constancia de mi paso, quince años después y constatar si los hechos que relato en la novela, escrita en el extranjero, tienen soporte en la vida real. La ceiba estaba allí, y el muro, tal como lo describí. Tal vez estaban Dalia Bulla y el chino descalzo, pero de ellos los pobres mortales podemos ofrecer escaso testimonio.