Notas / El espejo

Hace un montón de años, unos tipos que se hacen llamar arqueólogos desentierran un espejo antiguo. Luego, lo subastan, y un tío avispado llamado Samuel se lo compra. Pero este espejo no es cualquier cosa; revela las miserias humanas, no los sueños y deseos. La gente, asustada de lo que ven en él, huye de la calle como ratas de un barco que se hunde.

Samuel, viendo cómo su negocio se va al carajo, decide comprar los locales a precio de risa, porque la gente está ansiosa por largarse. Luego, convierte la calle en una feria macabra para turistas en busca de emociones fuertes. El negocio despega.

Un día, aparece una cría que nadie conoce. La llaman Blancanieves. Cuando se mira en el maldito espejo, este, lleno de rabia, explota en mil pedazos y deja la cara de Samuel hecha un cuadro. La calle pierde su encanto y el negocio se va al traste. Pero, siendo Samuel un tipo astuto, decide que la única forma de sobrevivir es convertirse en el monstruo de feria de su propio circo macabro.

Y así, en medio de la decadencia, el negocio vuelve a florecer, porque, al fin y al cabo, el circo siempre debe continuar. Esa es la historia de cómo el espejo, la pureza y el lado oscuro se unieron en una danza retorcida en la "Calle Maldita". Como diría yo, la vida es un jodido circo, amigo.