Notas / Una foto para H

H. miró la foto durante un largo rato, sintiendo que el pasado y el presente se mezclaban de manera inquietante en esa imagen. Las cuatro mujeres, que en su juventud habían compartido su corazón y su pasión, estaban ahora frente a él, en una fotografía que capturaba un momento inusual y extraño. La escena del entierro parecía sacada de un cuento de hadas distorsionado: las mujeres vestidas con atuendos llamativos, el féretro, los hombres que se preparaban para bajarlo y el grupo de personas que observaba con solemnidad. Todo ello creaba una atmósfera surrealista.

H. recordó los tiempos en que Laura, Teresa, Helen y Marta habían sido parte fundamental de su vida. Cada una de ellas había dejado una huella indeleble en su corazón, y aunque sus caminos se habían separado con el tiempo, las memorias de esos amores juveniles aún ardían en su interior.

Decidió investigar más a fondo la foto. Miró con atención a cada una de las mujeres, tratando de descifrar sus expresiones en ese momento. Laura, con su cabello largo y oscuro, parecía triste pero serena. Teresa, la más extrovertida de todas, sonreía como si estuviera compartiendo un secreto con H. Helen, con su mirada profunda y enigmática, lo observaba con una expresión que parecía decir muchas cosas a la vez. Y Marta, la más reservada de todas, estaba parcialmente oculta tras el ramo de flores, pero su presencia era innegable.

H. se preguntó por qué había guardado esta foto. Recordó momentos felices y pasionales con cada una de ellas, pero nunca había imaginado que se encontrarían juntas en una imagen enmarcada por un entierro. ¿Qué significado tenía esta fotografía? ¿Por qué la tenía en su posesión?

Decidió buscar respuestas. Tal vez había una carta o una nota detrás de la foto que explicara su origen. Con manos temblorosas, levantó la foto del escritorio y descubrió un mensaje escrito en el reverso. Era una caligrafía antigua y conocida, la de Laura. La nota decía: "Nuestro último adiós a ti, H. Te recordaremos siempre. Con amor, Laura, Teresa, Helen y Marta".

Comprendió que esta foto no representaba solo un extraño entierro, sino también un adiós final a su juventud y a las historias de amor que había compartido con estas mujeres. Aunque sus caminos se habían separado, seguían siendo una parte importante de su historia personal.

H. volvió a mirar la foto con una mezcla de nostalgia y gratitud. Había guardado esta imagen como un testimonio de un tiempo que nunca volvería, un tiempo de amores intensos y emociones desbordantes. Y aunque la foto parecía inusual, era un recordatorio de que el pasado siempre estaba presente, en algún rincón de su corazón y en los recuerdos que habían compartido con esas mujeres que habían sido parte de su vida.