Notas / Confusión de confusiones
Alejandro Cernuda, Madrid: 14/5/2024
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El primer texto que se reconoce acerca de la bolsa, la bolsa de Ámsterdam, es un libro escrito a manera de diálogo entre un accionista, un mercader y un filósofo.
José de la Vega, un judío de origen español, que vivió casi toda su vida en las Provincias Unidas, hoy Países Bajos, parece haber tenido una vida ocupada entre las disertaciones intelectuales y las finanzas. Lo segundo lo heredó de su padre, lo primero, no lo sé.
Confusión de confusiones intenta explicar desde los silogismos, los símiles y otras figuras, el funcionamiento de la bolsa, que es, por cierto, muy parecido al de hoy, salvo por el sitio donde se realiza. Los grandes parqués de estas entidades financieras ya no son lo que eran, pero el fundamento sigue en algún lugar de internet.
Entre acciones grandes y de ducaton (acciones ficticias), entre quienes apuestan en corto y otros en largo, entre tahúres, ingenuos y rumores, discurre la explicación magnífica de cómo funcionaban los mercados financieros a finales del siglo XVII.
No sólo es un libro sobre el acto curioso e histórico de saber cómo funcionaban estas "cábalas" es también -recomiendo una edición comentada- un discurrir, una imagen bastante clara del bagaje cultural de don José de la Vega y la intelectualidad de la época; en tanto los personajes no se cortan en sus alusiones a la cultura grecorromana, la Biblia o la literatura europea, en una búsqueda constante de momentos coincidentes con la explicación de la bolsa.